lunes, 28 de noviembre de 2016

El Nivel III de Reiki... toma tu poder!

En el camino del Reiki existen diferentes momentos en los que los cambios internos que se producen en nosotros son especialmente significativos. El nivel III de Reiki, es uno de ellos. 

No es por nada que sea llamado La maestría interior, realmente este nivel nos conduce a nuestro interior para tomar de la mano al sabio que habita dentro y devolverle el poder. Ello implica quitarnos las dudas, los miedos, empezar de una vez por todas a escuchar nuestro corazón, querernos, perdonarnos, reconocer nuestra divinidad y comenzar a vivir en coherencia con todo ello.

Reiki III es un paso indispensable para nuestro avance espiritual. Si has comenzado a caminar de la mano de ésta herramienta hace tiempo y sigues negando tu capacidad, no terminas de sentir un auténtico compromiso con la espiritualidad, hay un deseo interno de ayudar a otros pero no te ves capaz... si los miedos te paralizan quizas sea el momento de dar un paso más.
En Reiki III tu propósito de vida se muestra ante tí claro y hermoso, te sientes en el flujo causal, en la corriente luminosa por la que todo en el Universo circula en armonía.

Al dar éste paso eres recibido por los maestros de tu linaje y tus guías de Reiki, con todos los honores. Ellos se sienten felices de tu avance y continuarán arropándote para que tus pasos sean siempre certeros, en sintonía con tu plan divino.

El momento de tomar tu poder, de iluminar a cada paso, de amarte... es el Nivel III de Reiki, la maestría interior. 




sábado, 26 de noviembre de 2016

Los Hilos Que nos Conectan

Todas las almas venimos a la Tierra con un propósito, y éste no sólo nos sirve en nuestra propia evolución sino que también ayuda a otros en sus propios caminos.

Nos lamentamos de sucesos de repercusión internacional, que para nuestro momento evolutivo resultan catastróficos; Nos olvidamos de que hay personas que necesitan pasar por esas experiencias para despertar.

Sus caminos, experiencias, bofetadas... atienden a un plan perfecto de evolución y ello merece el mismo respeto que nosotros mismos hemos necesitado ante nuestros propios tropiezos.

Siempre habrá alguien un paso por delante nuestro, a quien nuestras decisiones podrá doler, y su nivel de amor compasivo hacia nuestro camino hablará de su propia evolución.

Despreciar a otros por sus elecciones es un desprecio hacia nosotros mismos.

Alegrarnos de la muerte de políticos y dictadores es un desprecio a la vida misma. Es negar la perfección evolutiva de cada una de las almas de la Tierra, y de la nuestra propia.

Si nos preocupa el mal que hayan podido hacer, ayudaremos mucho más enviando luz a su alma para que pueda evolucionar; así estaremos ayudando a todos, iluminando los hilos invisibles que nos conectan, elevando los pactos de almas a nuevos niveles de conciencia...

Llenando la tierra de luz, que al final, es para lo que estamos